jueves, 30 de enero de 2014

Nepal

Si bien Nepal fue un destino que nos gusto muchísimo, se puede decir que lo mejor fue conocer a Marino. Un colombiano re chiflado que esta viviendo en Dheli por un intercambio laboral y que renuncio a los dos meses y se puso a viajar por esa zona haciendo base en Indiai. Con él compartimos todos los días de nuestra estadía en Nepal y mas adelante nos lo volveríamos a cruzar en Tailandia.




Si bien Nepal e India comparte mucho en cuanto a relgion y cultura, son dos mundos completamente distintos, Nepal esta mucho mas adaptado al turismo, a la cultura occidental y es muuuucho mas limpio, por lo menos donde estuvimos nosotros.








La primera sensación que tuve en Kathmandu fue que finalmente estaba en suelo asiático. La arquitectura es muy oriental, teniendo en cuenta que limita con China y si hay una frontera que los divide, culturalmente es como estar en el Tíbet. Hay muchisimos refugiados de Tíbet en Nepal y la arquitectura, la religión y la cultura son prácticamente las mismas solo que a Nepal se le suma todo el costado hinduista.











En Khatmandu nos quedamos en un hostel que se llamaba Sparkling Turtle, muy limpio, ubicado un poco lejos del centro, pero igualmente cómodo de llegar a todos lados y bastante mas tranquilo por las noches. Durante el día una remera bastaba, pero al caer el sol un frio bastante duro venia con la noche y era mejor estar preparado.










Después de haber esquivado exitosamente el malestar estomacal en india, cosa que es todo una proesa teniendo en cuenta los puestos callejeros, las especias, el picante y el bajo presupuesto, Clara se pescó una flor de descompostura estomacal en Nepal producto de unos huevos fritos  y un café con leche en el desayuno jajaja


Mientras ella se recuperaba, con Marino nos dedicamos a comer en absolutamente todos los puestos callejeros que se nos cruzaban por el camino. Pasamos 3 noches en Khatmandu sin dejar rincón sin recorrer, muchos templos, muchos distritos diferentes, cada uno con su respectiva plaza central llena de palacios.








Muchos bares que se encuentran en los alrededores de las plazas centrales ofrecen "rooftop restaurant"algunas mesitas en la terraza con vista de toda la plaza, por lo que aprovechábamos para tomar una cerveza y sacar algunas buenas fotos desde arriba a la ciudad.




 






Después nos fuimos a Pokhara en bus. Hay mucha variedad y distintos precios, lo que hicimos nosotros fue irnos hasta la estación central de buses y compramos un bus turista (bastante mas grandes, cómodos y rapido) por un precio bastante razonable.



Al igual que en India ni bien nos bajamos del bus nos invadió una turba iracunda de taxistas ofreciendo llevarnos hasta nuestro hotel. Elegimos el que mejor precio nos ofreció, pero resulta que ese muchacho no tenia idea ni de donde estaba parado. Estuvimos casi una hora dando vueltas tratando de encontrar el hotel. El taxista no hablaba casi nada de ingles, y parece que tampoco nepalí, ya que cuando pedía indicaciones, la gente le explicaba pero el no entendía y nos terminaba llevando a ningún lado. Para todo esto, nosotros estábamos comiendo unas mandarinas, y cada vez que le ofrecíamos el aceptaba, asique termino por terminarse con todas nuestras mandarinas jajjajaa. Cuando finalmente encontramos el lugar, pretendió cobrarnos mas por todas las vueltas que habíamos dado, pero sinceramente después de lo cansados del viaje, el malhumor por estar 45 minutos dando vueltas en el taxi y con casi 4 meses de viaje a cuesta lo
terminamos mandando a cagar y nos metimos en el hotel.


Pokhara es muy lindo, pero tambien muuuuy armado para el turismo. Es base para muchos que quieren ir a hacer treking a los himalaya y es también un lugar ideal para ir a descansar ya que no hay mucho para hacer y/o ver, es una ciudad pequeña a orillas de un lago y algunas montañas que se dejan ver a lo lejos.






El primer dia escalamos una montaña que se llama Sarangkot, que en la cima ofrece un mirador espectacular de una porción de los himalaya. Si bien la subida fue tremendamente dura, la vista valio muchisimo la pena.
  













Al otro dia alquilamos un bote y nos fuimos a remar por el lago. Visitamos algunos templos en unas islas y en los otros extremos del lago, y simplemente nos tiramos a descansar en el medio del agua.









Ese mismo dia a la noche nos tomamos un bus nocturno para la frontera (esta vez un bus local, con muy poco espacio y mucho rebote durante el viaje) y empezamos una odisea de dos noches durmiendo en buses y trenes para llegar a Dheli y tomar el vuelo que nos llevaría hacia el próximo destino...

TOKYOOOOOO