Llegamos al aeropuerto de Jordania, y nos estaba esperando nuestro nuevo host Issa. El divino nos fue a buscar junto con otro chico de estados unidos, Chris. Esa noche comimos en su casa, y despues fuimos a uno de sus bares preferidos que tenia una vista increible de la ciudad. Amman, la capital de Jordania es puro valle y montaña, asique se veian todas las lucecitas de las casas en la ladera.
Le mostramos a Issa nuestra musica y se copo! nos queria conseguir un lugar para tocar y todo jaja. La verdad que fue un host increible, nos llevo a comprar pasajes, nos explico como llegar al mar muerto (ale se metio y flotaba!!) y nos cuido las mochilas para poder hacer el resto del viaje no tan pesados. Su madre tambien una divina, se ofendia si no comiamos su comida INCREIBLE jajaja y tuvimos varias charlas muy buenas, siempre muy calida.
En Amman recorrimos la ciudadela, restos romanos que estan sobre una montaña, tambien fuimos a la parte mas cheta, llena de barcitos y restaurantes. Y paseamos todo el dia por el centro, cruzandonos con gente muy divertida.
Un dia hicimos un tour hasta Petra. Es un lugar muy lindo, pero no vale la entrada de 50 euros, es demasiado caro para lo que ves. No nos interpreten mal, si estas de vacaciones y podes, hacelo, son monasterios y casas talladas sobre la piedra (ojo que adentro solamente son cuevas), es impresionante, pero para nosotros que tenemos un presupuesto acotado fue demasiada plata por lo que estabamos viendo, ademas hay que soportar el acoso constante de los vendedores!!
El tour terminaba con una "fiesta" en el desierto y digo fiesta con comillas porque eran las mujeres por un lado, sentadas, jugando con sus telefonos y los hombres bailando entre ellos. Como las mujeres no bailaban, en parte porque no querian y tambien porque esta mal visto bailar si un hombre no te saca, los hombres hacian el rol de mujeres tambien, algo muy raro de ver.
La gente en Jordania fue muy amable. Teniamos "miedo" porque nuestra experiencia en el mundo arabe no habia sido muy buena, pero en jordania fue distinto. Mucha gente dispuesta a ayudarte, a charlar con vos, a darte una mano. Un lugar para volver
Le mostramos a Issa nuestra musica y se copo! nos queria conseguir un lugar para tocar y todo jaja. La verdad que fue un host increible, nos llevo a comprar pasajes, nos explico como llegar al mar muerto (ale se metio y flotaba!!) y nos cuido las mochilas para poder hacer el resto del viaje no tan pesados. Su madre tambien una divina, se ofendia si no comiamos su comida INCREIBLE jajaja y tuvimos varias charlas muy buenas, siempre muy calida.
En Amman recorrimos la ciudadela, restos romanos que estan sobre una montaña, tambien fuimos a la parte mas cheta, llena de barcitos y restaurantes. Y paseamos todo el dia por el centro, cruzandonos con gente muy divertida.
Un dia hicimos un tour hasta Petra. Es un lugar muy lindo, pero no vale la entrada de 50 euros, es demasiado caro para lo que ves. No nos interpreten mal, si estas de vacaciones y podes, hacelo, son monasterios y casas talladas sobre la piedra (ojo que adentro solamente son cuevas), es impresionante, pero para nosotros que tenemos un presupuesto acotado fue demasiada plata por lo que estabamos viendo, ademas hay que soportar el acoso constante de los vendedores!!
El tour terminaba con una "fiesta" en el desierto y digo fiesta con comillas porque eran las mujeres por un lado, sentadas, jugando con sus telefonos y los hombres bailando entre ellos. Como las mujeres no bailaban, en parte porque no querian y tambien porque esta mal visto bailar si un hombre no te saca, los hombres hacian el rol de mujeres tambien, algo muy raro de ver.
Nos hicimos amigos de una mujer que estaba con sus dos hijas y me sacaron ellas a bailar jajaja. Me enseñaron los movimiento arabes y despues comimos todos juntos. Por mas que insistieron, no lograron que Ale bailara.
La gente en Jordania fue muy amable. Teniamos "miedo" porque nuestra experiencia en el mundo arabe no habia sido muy buena, pero en jordania fue distinto. Mucha gente dispuesta a ayudarte, a charlar con vos, a darte una mano. Un lugar para volver
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